"El paisaje aragonés, majestuoso y bronco, reseco y agrietado, abrasado de sol, sediento de agua, azotado de vientos, altivo y solitario, donde los ocres parecen inventarse y el rojo de las tierras tiene rumor de sangre, llena, cierra y limita el horizonte pictórico y vital de ese gran pintor aragonés que es Leoncio Mairal. Los óleos que presenta en esta exposición cuajada y numerosa, son distintas visiones de esa tierra que él ama y que recrea, de esa tierra difícil ignorada por muchos, disfrazada en el tópico de su extrema rudeza y que guarda escondidas delicadezas íntimas, elegancias eternas, ternuras sorprendentes en el alma del hombre y en la piel de la tierra."

(Galería Serrano 19, Madrid)

"Quienes han seguido y conocen el trabajo de Mairal de larga y dilatada trayectoria en el ámbito del pasajismo, aunque maneja otras temáticas menos conocidas, coinciden en señalar el valioso aporte a esta especialidad que ha venido y viene desarrollando. Con una técnica impecable, tanto en la composición y variedad de modelos como en la expresiva utilización del lenguaje de los colores y sus múltiples variaciones tonales que aborda con maestría, Leoncio crea sobre el soporte un paisaje unificado en un tono pictórico, invadiendo el espacio plástico y creando un universo que seduce y sugiere cuanto más se le mira"

(J.L.Ara Oliván, Diario Altoaragón)

"Nació en estas tierras oscenses y desde un principio se identificó con ellas, en armónicos equilibrios, para cantarlas como un viejo trovador. Porque Leoncio Mairal, cuando se siente con poder, se va a la sierra y nos acerca sus montañas como cogidas en un primer plano cinematográfico. A Mairal le preocupa detener la luz, detener unas formas con peso. La gravedad titánica de los macizos pirenaicos, impresionantes, está en esta pintura y los páramos de este Altoaragón con sus amplias planicies. Es difícil llegar a la substantividad que encarne el mundo natural con el mundo subjetivo, que sensibiliza y diviniza estos espacios en los que se mueve plásticamente Mairal"

(F. Ferrer Gimeno, 1978)

"Todo un maestro altoaragonés del paisaje, Leoncio Mairal nos desvela en esta exposición  su predilección  por los grandes espacios abiertos, por la inmensidad de unos paisajes que parecen no tener fin. Mairal logra captar de forma sublime el paso de las estaciones a través de la naturaleza, o el soplo del viento que moldea los campos de nuestras tierras. Y al mismo tiempo es capaz de captar la profundidad del mar más ensoñador o evocar el pasado de la Catedral de Huesca, cuando la vieja verja le dotaba de un aire señorial. No cabe duda, la veteranía es un grado"

(Diario del Altoaragón, octubre 2005)

"Aragonés de Huesca, entregado a su tierra, a los paisajes fuertes y duros que sabe plasmar de la manera que solo pueden hacerlo aquellos que sienten verdadera pasión por lo que pintan. Creo que esta palabra, pasión, es la que mejor define la obra de Mairal. Vibra y hace vibrar sus telas. Posee una especial capacidad para captar la atmósfera; se palpa la distancia, hay aire entre los diferentes espacios. Paisajes para ver y para recorrer con la imaginación... "

(J. Llop, Barcelona. Galería Grifé & Escoda)

"Mairal rechaza la caricia del pincel en el lienzo y maneja la espátula con fuerza y con dulzura. Aragón solo puede pintarse con la espátula, aplastando el color. Es un paisaje recubierto de arrugas y de heridas como un viejo gigante que lucha desde siempre contra el viento y el sol. Mairal, que lo conoce, lo ama y lo comprende, ha trasladado al lienzo parte de la belleza secreta de Aragón"

(El Imparcial, Madrid 1982)

"Éxito de curiosidad para la pintura española; éxito para una forma de arte, para un paisajista que ha hecho resaltar el impacto del arte. Y descubimiento de un creador de calidad en lo mejor de su oficio. Se puede comparar a Mairal con el gran Machado, quien nos habla en 'términos idénticos' de su paisaje castellano. Uno con palabras, otro con colores. Son clásicos"

(J.O. L'Independant)

"Mairal es un pintor de excepción. Su dominio de la materia es total. Su técnica, de una fuerza casi telúrica. Su concepción plástica, de una originalidad asombrosa. Es como si pintara con la propia tierra, o bañara sus pinceles en los amaneceres increíbles de sus paisajes o en la misma noche que desde las altas cimas se desliza por las laderas. Mairal ha estado exponiendo en el Paseo de la Castellana, con motivo de la Semana de Aragón y, ya hoy, se nos ha ido. Madrid debe retenerlo más tiempo, para valorar y admirar su excepcional pintura"

(Basilio Gassent, crónica Cadena Ser, 1985)

"Denominado 'Pintor de Atmósferas', la atmósfera que baña los diferentes planos constituye el elemento más elocuente a la hora de conseguir la perspectiva en profundidad. Dueño de una fórmula pictórica bien conocida y apreciada por los públicos nacionales y extranjeros, sus paisajes son paradigma de eficaz sobriedad. Y sucede así porque Mairal lleva en la retina la esencia del paisaje aragonés, que con su fabuloso dominio de la espátula refleja en sus lienzos el alma mater de unos apelativos geográficos en teoría secos y escuetos, que tiene que ser él precisamente quien los trate para elevarlos a auténtica categoría estética"

(Jaime Esain, Zaragoza)

"Leoncio Mairal, autor de un sinnúmero de exposiciones, es uno de los más felices y mejores traductores de las bellezas y el carácter de la maravillosa provincia de Huesca. Este hombre la ha pisado en centenares de ocasiones; habrá recorrido, pues, millares de kilómetros en su deambular por sus tierras tan queridas. Ha llegado a empaparse de tal manera de las principales características de su terreno preferido, que es sin duda uno de los dos o tres mejores pintores que han sabido interpretar toda la belleza que encierra dentro de sus fronteras esta tan querida Huesca, que yo tanto he admirado y también tanto he estimado. Su numerosa obra le ha dado un sello de garantía y personalidad indudable, ya que nadie ha insistido tanto en el tema. Y la insistencia quiere decir perfección. Jamás se esclaviza a una copia imitativa de la naturaleza, presente en toda la obra de Mairal, pero traducida y modificada por el alma del pintor, que nos da su versión, nos brinda sus ideas y nos da cuadros que tienen el sello inconfundible de quien los ha creado"

(Miguel A. Alvareda, Zaragoza)